4 consecuencias que trae manipular el tacógrafo

Redibujar discos, imanes, sensores trucados… A la vez que el tacógrafo ha ido evolucionando, también han proliferado las formas de modificar sus registros. Muchos son los transportistas que se han planteado alguna vez usar estos métodos ilegítimos para saltarse los tiempos de conducción y descanso. Sin embargo, manipular el tacógrafo tiene una serie de consecuencias de elevada gravedad para la empresa de transporte. A continuación las vemos.

Motivos para no manipular el tacógrafo

Importante peligro para el resto de conductores y viandantes

El primer motivo que damos para no manipular el tacógrafo del vehículo es el que más efecto tiene en nuestro entorno, y por ello consideramos que merece el primer puesto de la lista. Manipular el tacógrafo hace que los excesos de conducción no queden registrados. Esto puede parecer una ventaja para la eficiencia de la empresa de transporte en el corto plazo. Sin embargo, la conducción durante periodos dilatados de tiempos hace mella en las capacidades físicas del conductor. Pérdida de reflejos, mecanización de maniobras y menor percepción del riesgo son algunas de las consecuencias de la fatiga al volante. Se calcula que el cansancio es responsable de entre el 20 y del 30% de los accidentes de tráfico.

Además, en caso de producirse un accidente, por leve que sea, habrá que tener en cuenta la responsabilidad del chófer y de la empresa en el mismo. Estamos hablando de sanciones más allá de las relacionadas con el tacógrafo, posibles pleitos legales, indemnizaciones, el efecto que tendrá en las primas del seguro de la empresa…

Sanciones económicas para transportista, conductor y mecánico

Pasando a las consecuencias directas para transportista y chófer, encontramos las sanciones por manipular el tacógrafo. De acuerdo al baremo sancionador, la manipulación del aparato de control, la introducción de elementos que modifican su funcionamiento, o el mal uso de tarjetas y hojas diagrama para alterar los registros están tipificadas como sanciones muy graves, de una cuantía de hasta 4001€ y con graves consecuencias para todos los implicados.

Así, estas sanciones se diferencian del resto del baremo sancionador en que recaen por igual sobre el empresario, el chófer y el personal de taller o mecánicos que colaboraron en la manipulación de igual forma. Actualmente, se entiende que manipular el tacógrafo es un acto complicado, no al alcance de cualquiera, y por tanto será necesaria la colaboración de profesionales técnicos. Es por ello que el baremo sancionador actual busca gravar tanto a quien posee un tacógrafo manipulado como a quienes lo han hecho posible.

Pérdida de la honorabilidad inmediata

Además de la sanción económica por manipular el tacógrafo, el transportista se enfrenta a sanciones de nivel superior. Así, manipular el tacógrafo está incluido en la lista de sanciones que suponen la pérdida de la honorabilidad inmediata. Esto supone que la autorización de transporte de la empresa perderá validez, y no podrá ser visada ni solicitada de nuevo hasta el siguiente turno de solicitud.

Así, de media, la pérdida de honorabilidad supone la paralización de la actividad durante un año. Para muchas empresas de transporte pequeñas o medianas, esto puede llevar a la interrupción de su actividad de forma definitiva y a la quiebra, ya que tanto tiempo sin generar beneficios puede acabar con la empresa de transporte.

Manipular el tacógrafo es delito de falsedad documental penado con cárcel

Por último, mencionamos una gravísima consecuencia de manipular el tacógrafo que no está en la normativa del tacógrafo ni en el baremo sancionador, pero que ha aparecido en la jurisprudencia del sector a comienzos del año 2020. Recordamos que las penas establecidas por jurisprudencia tienen el mismo peso que una ley, porque se entiende que las decisiones tomadas en un proceso judicial afinarán la interpretación de las leyes.

Así, una sentencia del Tribunal Supremo de enero de 2020 eleva la manipulación del tacógrafo a delito de falsedad documental. Este es un delito reconocido en el Código Penal y que supone entre 6 meses y 3 años de cárcel, dependiendo de cómo de extensas sean las manipulaciones en los registros, así como las consecuencias de los mismos.

Esta pena no se impone de forma única, sino que recae sobre el empresario junto con las anteriormente vistas.

Conclusión

Vemos que la manipulación del tacógrafo conlleva serias consecuencias. Más allá del daño que pueda suponer una conducción imprudente más larga que la aceptada en los tiempos de conducción y descanso, supondrá importantes cuantías económicas, la paralización de la actividad y hasta entrar en prisión. Asimismo, son consecuencias que afectaran a todos los implicados en la manipulación. Por ello, es mejor no jugársela, y en su lugar tratar de aprovechar la información recogida por el tacógrafo, de forma que este sea un aliado y no el adversario de la empresa de transporte.