El cambio obligatorio al tacógrafo inteligente de segunda generación es un tema de gran relevancia en el sector del transporte, especialmente para aquellos que realizan transporte internacional.
Después de las preocupaciones expresadas por UETR y FENADISMER, VDO ha recordado las fechas importantes que todos los transportistas deben tener en cuenta para cumplir con esta obligación.
A continuación, te presentamos toda la información que necesitas saber.
¿Es realmente obligatorio el cambio al tacógrafo inteligente?
Es posible que algunos transportistas aún crean que el cambio de su tacógrafo, ya sea analógico, digital o de primera generación, es voluntario.
Sin embargo, la realidad es que no lo es para quienes pretendan seguir realizando transporte internacional a partir del 1 de enero de 2025.
Esto es particularmente relevante en España, donde, a pesar de la cercanía de la fecha límite, todavía hay un gran número de camiones que no han realizado la transición al tacógrafo inteligente de segunda generación.
31 de diciembre de 2024
Esta es la fecha límite para que todos los vehículos de más de 3,5 toneladas que realicen transporte internacional instalen un tacógrafo inteligente de segunda generación.
Quedan pocos meses para cumplir con esta obligación, y es fundamental que las empresas de transporte actúen cuanto antes.
21 de agosto de 2025
A partir de esta fecha, los vehículos con un peso superior a 3,5 toneladas y que ya cuenten con un tacógrafo inteligente de primera generación deberán reemplazarlo por uno de segunda generación.
Este cambio es crucial para asegurar que los vehículos cumplan con todas las disposiciones del Paquete de Movilidad.
1 de julio de 2026
Esta es la fecha en la que todos los vehículos a partir de 2,5 toneladas (que anteriormente estaban exentos de tacógrafo hasta las 3,5 toneladas) deberán tener instalado un tacógrafo inteligente de segunda generación para realizar transporte internacional.
Razones por las que no se ha realizado el cambio
VDO ha señalado varias razones que podrían explicar por qué muchos transportistas aún no han realizado el cambio al tacógrafo inteligente de segunda generación.
Sin embargo, ninguna de ellas justifica la falta de acción:
Falta de stock
Actualmente, los talleres, especialmente los de la red VDO, cuentan con suficiente stock de tacógrafos.
La baja demanda no ha provocado una escasez significativa, por lo que esta no es una excusa válida.
Esperanza en una moratoria de la Unión Europea
Algunos transportistas podrían estar confiando en una posible moratoria por parte de la Unión Europea.
No obstante, no hay indicios de que esto ocurra, ya que el tacógrafo inteligente de segunda generación es fundamental para controlar todas las disposiciones del Paquete de Movilidad.
En nuestro post del blog hablamos, de manera más extensa, de las dificultades encontradas para la implementación del nuevo tacógrafo.
¿Qué riesgos implica no cumplir con la normativa?
El incumplimiento de la normativa no solo conlleva sanciones económicas, sino también riesgos para la reputación de las empresas de transporte.
Las infracciones graves, como circular con un tacógrafo inadecuado, pueden dar lugar a la inmovilización del vehículo, prisión y multas sustanciales, como los 30.000 euros que se pueden imponer en Francia.
La falta de tiempo no es una excusa
Desde la aprobación del Paquete de Movilidad I en julio de 2020, las fechas de implementación del tacógrafo inteligente de segunda generación han sido claras.
Las empresas han tenido tiempo para planificar esta transición durante las revisiones y mantenimientos anuales de sus vehículos.
¿Vale la pena posponer el cambio?
Es comprensible que las empresas no quieran asumir el coste adicional que supone cambiar el tacógrafo, que puede oscilar entre 1500 € y 2000 €.
Sin embargo, los costes serán mucho mayores si se reciben sanciones por incumplir la normativa.
La mejor opción es realizar el cambio cuanto antes para evitar problemas futuros.
Conclusión
En resumen, el cambio al tacógrafo inteligente de segunda generación no es solo una obligación legal, sino también una medida esencial para garantizar la competitividad y seguridad en el transporte internacional.
Ignorar esta transición podría acarrear consecuencias graves tanto económicas como reputacionales para las empresas del sector. Con las fechas límite acercándose rápidamente, es fundamental actuar con antelación y no dejar este proceso para el último momento.
Cumplir con la normativa no solo evitará sanciones, sino que también fortalecerá la confianza en tu negocio.