¿Quién es el consejero de seguridad ADR en la flota de transporte?

Las empresas de transporte de mercancías pueden trabajar con infinidad de tipos de cargas, cada uno con sus peculiaridades. Las mercancías peligrosas toman notoriedad entre otros tipos debido a su legislación específica, pero también a los riesgos que pueden conllevar. Precisamente para cubrir los posibles incidentes que les hagan valer su nombre, surge la figura del Consejero de Seguridad ADR. A continuación, vemos quién es esta figura dentro de la empresa, sus funciones y los requisitos que debe cumplir.

¿Quién es el consejero de seguridad ADR?

El consejero de seguridad ADR es una figura necesaria para todas las empresas que transporten mercancías peligrosas. Este asesor deberá vigilar el cumplimiento de la normativa ADR en todas sus facetas.

La figura del consejero de seguridad ADR aparece por primera vez en la normativa europea a través de la Directiva 96/35/CE. Esta busca dar un marco de seguridad al transporte de mercancías peligrosas, que a mediados de los 90 aumenta considerablemente. La normativa comunitaria se traslada a la española mediante el Real Decreto 1566/1999, que ha sido modificada en diversas ocasiones, pero sigue en vigor.

A diferencia de otros puestos dentro de la empresa de transporte, como puede ser el gestor, el consejero de seguridad puede ser tanto externo como interno. Esto quiere decir que la empresa puede optar por tener al consejero dentro de la plantilla de la empresa, o por subcontratarlo a través de asesorías especializadas.

Funciones del consejero de seguridad

En líneas generales, las funciones del consejero de seguridad ADR son tres:

• Examinar que se respeten las disposiciones relativas al transporte de mercancías peligrosas.
• Asesorar a la empresa en operaciones referentes al transporte de este tipo de mercancías.
• Redactar informes anuales sobre las actividades de transporte de mercancías peligrosas, que a su vez deberán estar disponibles durante 5 años por si lo solicitaran las autoridades.

Esta lista simplificada concentra muchas otras tareas más específicas y que componen el día a día del consejero de seguridad ADR. Así, estas suponen tanto acción como vigilancia de los requisitos en cuanto a este tipo de mercancías:

• Elaboración de un plan de protección ajustado a las necesidades de la empresa.
• Identificación de las mercancías peligrosas que maneja y transporta la empresa.
• Valoración de las necesidades específicas de cada mercancía peligrosa, de cara a tomar decisiones sobre su manipulación.
• Comprobación de que el equipo usado para el transporte es el apropiado. Esto incluye vehículos, embalajes, llenado, carga y descarga y operaciones relacionadas con estos.
• Formación de empleados en cuanto a las características y requisitos de la mercancía transportada. Esto incluye conocimiento de la normativa, pero también de los procesos necesarios para llevar a cabo la actividad de forma segura.
• Vigilancia constante de cara a mantener actualizada la documentación, los equipos de seguridad y los procedimientos aplicados por los empleados.
• Actuaciones de urgencia en caso de incidentes que comprometan la seguridad y/o infracciones de la normativa.
• Análisis continuo, que puede incluir partes de accidentes en caso de que ocurrieran accidentes de mayor o menor medida.
• Auditorías para identificar causas de accidentes para así evitar que se repitan, aplicando los medios necesarios.
• Redacción de informes anuales relacionados con la normativa ADR. Como ya hemos mencionado, estos deberán guardarse durante, al menos, 5 años, de forma que estén disponibles para presentar en caso de inspección.
• Atender requerimientos de Inspección de Transporte.

Quién debe contratar a un consejero de seguridad ADR

La legislación española y europea requiere que toda empresa que transporte mercancías peligrosas por carretera, ferrocarril o barco deberá contar con un Consejero de Seguridad.

Para facilitar la identificación de las mercancías peligrosas, el fabricante debe indicarlo mediante una Ficha de Seguridad que siempre deberá acompañar a los cargamentos del producto. Estas fichas deben incorporar de qué tipo de mercancía peligrosa se trata exactamente e instrucciones para su correcto transporte. Además, deben incorporar un panel naranja con el icono que representa a la mercancía peligrosa en cuestión.

Consecuencias de no contar con un consejero ADR

La sanción por no contar con un consejero de seguridad ADR está considerada como muy grave en el baremo sancionador. Además, en algunos casos puede incluso suponer la pérdida de la honorabilidad inmediata.

Por tanto, es importante tener un consejero ADR, ya sea este parte de la empresa o subcontratado. Asimismo, habrá que asegurarse de que el consejero contratado mantiene sus titulaciones y permisos en regla, ya que trabajar con un consejero de seguridad ADR no autorizado también puede suponer sanción.

Requisitos para ser consejero ADR

El proceso para obtener la titulación de consejero ADR se compone de dos partes: Por un lado, una formación que prepara al futuro consejero. La segunda parte del proceso consiste en un examen convocado por las autoridades a nivel autonómico. El examen es convocado anualmente y debe ser independiente de la formación previa, de forma que se asegure la neutralidad a la hora de conceder los títulos. No habrá que olvidar el riesgo real que entrañan las mercancías peligrosas.

Debido a que el examen se convoque tan solo una vez al año, el plazo para obtener el certificado puede dilatarse mucho en el tiempo. Es por ello que surgen las asesorías externas especializadas en mercancías peligrosas, que garantizan la presencia del consejero en caso de necesidad y urgencia.

Si, por el contrario, la empresa prefiere incorporar a un consejero de seguridad ADR en su plantilla, deberá cumplir los requisitos indicados por el Ministerio de Transportes. Estos requisitos afectan a las especialidades del título y a los requisitos del nombramiento.

Conclusión

El consejero de seguridad ADR es otra de las figuras de gran relevancia dentro de las empresas de transporte. Supone otro de los frentes que la empresa debe cumplir, junto con el resto de obligaciones, que incluyen las referidas al tacógrafo.