El concepto de eficiencia puede referirse a muchas cosas, pero en el caso de la conducción, tiene un objetivo claro: reducir la contaminación. La conducción eficiente se ha popularizado en los últimos años, debido a iniciativas por reducir las emisiones de CO2. Sin embargo, también queremos remarcar otra gran ventaja de que las empresas de transporte asuman criterios de conducción eficiente: la posibilidad de reducir el consumo de combustible. A continuación repasamos las claves de la conducción eficiente en vehículos industriales.
Claves de la conducción eficiente
Reducir las emisiones de gases contaminantes es un objetivo prioritario a nivel global. Estadísticas europeas hablan de que el 30% de las emisiones de gases contaminantes en el continente provienen del transporte. Esto motiva normativas de cara a implantar los motores eléctricos, pero de momento los motores de combustibles fósiles siguen siendo los reyes de la carretera.
Por tanto, ahora el objetivo no es tanto centrarse en la realidad futura, sino en las medidas que se pueden tomar en la actualidad. Y, por supuesto, no hay que perder de vista los incentivos que tienen las empresas de transporte para tomar estas medidas. El principal motivo, actualmente, es reducir el consumo de combustible, lo que supone una reducción de costes para la empresa a nivel global. A continuación vemos una serie de claves para la conducción eficiente para empresas de transporte.
Rutina de arranque
Aunque de forma imperceptible, todos los conductores tienen sus propias rutinas a la hora de empezar a conducir. Estas pueden adaptarse más o menos a lo que es mejor para el vehículo, y por extensión para el consumo de combustible. Si adoptamos una rutina que sea benévola con el motor (y, con ello, con el consumo) habremos adelantado mucho en cuanto a conducción eficiente.
Es importante establecer una rutina de arranque que se adapte a la realidad de la jornada y del vehículo utilizado. Un buen punto de partida sería el siguiente:
- Poner el contacto del vehículo y arrancar sin pisar el acelerador.
- Introducir la tarjeta en el tacógrafo digital y, una vez este la detecte, indicar el lugar de inicio de la jornada y realizar las entradas adicionales pertinentes.
- En caso de tacógrafo analógico, rellenar la parte de atrás del disco y colocarlo en el tacógrafo.
- Una vez abierta la jornada en el tacógrafo, podemos iniciar el movimiento, guiándonos por las directrices del punto siguiente.
Por supuesto, cada vehículo es diferente y sólo la empresa y sus conductores habituales lo conocen en profundidad. Será responsabilidad suya crear una rutina que tenga como objetivo una conducción eficiente.
Limita el uso de la primera marcha
En condiciones ideales, la primera marcha debe usarse únicamente para arrancar. Tras recorrer unos metros y una vez el motor pueda asumirlo, habrá que subir de marcha. El proceso debe ser lo más fluido posible, ya que abusar del acelerador también supondrá gastar combustible ineficientemente.
Marchas largas
Siguiendo con el punto anterior, siempre será recomendable circular con marchas largas. Estas son las que requieren menores cantidades de combustible y, por tanto, las que garantizan una conducción más eficiente en el papel.
En la práctica, sin embargo, queremos recordar que el consumo real también depende de las características de la carretera, la cantidad de carga que transporte el vehículo y las condiciones climáticas, entre otros factores.
Anticipa el cambio
Siempre es recomendable conducir fijando la mirada dos o tres vehículos en adelante. Esto nos asegura no sólo anticipar los movimientos de los otros vehículos, sino también tener localizados los desvíos que tengamos que tomar. De esta forma podremos reaccionar con tiempo, además de realizar las deceleraciones (y sus consiguientes cambios de marcha) sin exabruptos. Esto nos garantizará fluidez y, como vamos viendo, una conducción más eficiente.
Esta necesidad de anticipación, además, se acrecienta al conducir un vehículo industrial, ya que sus características y su mayor volumen hace que la inercia juegue en nuestra contra. Será necesario reaccionar antes que con un utilitario para asegurar los giros sin riesgos y las frenada fluidas. Por tanto, este punto no tiene ya tanto que ver con la conducción eficiente, sino con la seguridad tanto del propio conductor como de otros vehículos y peatones.
Velocidad uniforme y moderada
La tónica general debe ser una marcha fluida y uniforme, ya que los puntos de mayor consumo se producen debido a frenazos y acelerones. Reducir estos sucesos garantiza un consumo estable y reducido.
Asimismo, la velocidad deberá ser moderada, para que en caso de tener que frenar esto pueda hacerse de forma gradual, sin castigar a los frenos y sin malgastar combustible.
Tampoco hay que olvidar las restricciones a la velocidad. En caso de transporte profesional vigilado por tacógrafo, las sanciones por exceso de velocidad pueden provenir tanto por el exceso de velocidad en la vía en sí, como por la falta registrada en el tacógrafo.
Distancia de seguridad
Este punto tiene la misma filosofía que los dos anteriores: los vehículos industriales necesitan un margen de reacción superior para poder maniobrar sin riesgo. Una de las consecuencias que esto tiene es que la distancia de seguridad es más importante que nunca. Por tanto, el conductor de vehículos pesados deberá, como ya hemos visto, anticipar los movimientos para tomar los desvíos con fluidez; pero sobre todo mantener la distancia de seguridad.
También será necesaria comprensión por parte de otros conductores. Los vehículos de menor tamaño deberán mantener la distancia de seguridad de igual manera. Esto incluye no apurar distancias al adelantar ni los cambios de carril bruscos, especialmente habituales en salidas de autopistas y autovías.
Freno motor
Otra medida de conducción eficiente será usar el freno motor siempre que sea posible. Así, en lugar de usar la fricción más forzada del freno de pie para detener el vehículo, dejaremos de acelerar y la propia fricción de los elementos contra nuestro vehículo hará que este pierda velocidad.
Para poder usar el freno motor de forma regular, será necesario conducir con esta prudencia en la que tanto insistimos, de forma fluida y anticipando movimientos, de forma que la distancia de frenada sea holgada.
En caso de qu no sea posible, será preferible priorizar el freno de pie. Debemos reservar el uso del freno de mano para la detención de la marcha total, o para situaciones en las que las otras alternativas sean completamente imposibles.
Conoce tu vehículo
Muchas de estas claves de conducción eficiente están al alcance de nuestra mano siempre y cuando tengamos un buen conocimiento de los vehículos y de la flota en general.
Esto es sencillo y habitual para transportistas autónomos, o para asalariados que conducen siempre el mismo vehículo. Hay casos, sin embargo, en los que no es posible y habrá que adaptarse a las rotaciones de vehículos para cuadrar la planificación de la actividad. Sin embargo, este también debe ser un punto a tener en cuenta por parte del jefe de tráfico a la hora de gestionar la flota.
Otra medida que podemos tomar para facilitar un amplio conocimiento de los vehículos será contar con sistemas de descarga remota y gestión de flotas. Así, el envío inmediato de la información sobre las condiciones del vehículo ayudan al jefe de tráfico a familiarizarse con su flota, conocer sus necesidades y planificar teniendo presente los puntos clave para una conducción eficiente.
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